• Introducción

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    Cuando has enseñado algo, es natural que sepas cuánto han aprendido los alumnos, en qué nivel están y qué necesitan mejorar. Por eso, vamos a ver las estrategias que puedes utilizar para asegurarte de que tus alumnos están progresando.

    En este módulo se estudiará el papel de la retroalimentación y los conceptos de autocontrol en la educación. Exploraremos qué es, cómo puede ser beneficioso, sus límites y cómo aplicarlo.


    • 1) supervisión en el aprendizaje de adultos

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      DEFINICIÓN DE SUPERVISIÓN EN EL APRENDIZAJE DE ADULTOS

      El Oxford Learners Dictionary define la supervisión como "observación y comprobación de algo durante un periodo de tiempo para ver cómo evoluciona, de modo que se puedan hacer los cambios necesarios". Y para ponerlo en contexto, una definición típica de la relación clásica entre profesor y alumno podría ser la siguiente:

      Las actividades que realiza el educador para seguir el aprendizaje de los alumnos con el fin de tomar decisiones pedagógicas y proporcionar información a los alumnos sobre su progreso.

      LO QUE NO ES – LA SUPERVISIÓN EN EL APRENDIZAJE DE ADULTOS

      Hay una clara diferencia entre la supervisión del progreso de aprendizaje entre los niños y los adultos. Mientras que los niños necesitan más motivación extrínseca y dependen de los métodos dirigidos por un instructor, los adultos son autodirigidos y se basan en gran medida en sus experiencias anteriores cuando abordan las oportunidades de aprendizaje. Por ello, supervisar el rendimiento de los alumnos adultos significa capacitar a los alumnos para que ellos mismos supervisen con éxito su proceso de aprendizaje.

      Por eso es crucial entender la diferencia entre pedagogía y andragogía. Adoptar el enfoque menos adecuado podría suponer una gran diferencia entre un aprendizaje mediocre y unos adultos preparados y comprometidos. Esto no significa que los niños y los adultos aprendan siempre de forma diferente. El hecho es que los adultos llegan a la clase con diferentes motivaciones. Conocen lo que ha funcionado en el pasado o tienen hábitos que afectan la forma en que aprenden y reciben la nueva información; por ello, abordar nuevos temas con una estrategia pedagógica tradicional podría dejarlos desvinculados y sin interés.

      Existen varias estrategias para controlar el éxito de la adquisición de conocimientos. Este texto se centrará en el papel de la metacognición y la retroalimentación, ya que sus beneficios han sido ampliamente demostrados.


      • 2) Comprender la metacognición

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        Definición de metacognición

        La metacognición es la capacidad de utilizar los conocimientos previos para planificar una estrategia de aproximación a una tarea de aprendizaje, dar los pasos necesarios para resolver el problema, reflexionar sobre los resultados, evaluarlos, y modificar el enfoque según sea necesario. Ayuda a los alumnos a elegir la herramienta cognitiva adecuada para la tarea y desempeña un papel fundamental en el éxito del aprendizaje. 

        Las estrategias cognitivas son las habilidades mentales básicas que utilizamos para pensar, estudiar y aprender (por ejemplo, recordar información de la memoria, analizar sonidos e imágenes, hacer asociaciones o comparar/contrastar diferentes piezas de información, y hacer inferencias o interpretar textos). Ayudan a las personas a alcanzar un objetivo concreto, como la comprensión de un texto o la resolución de un problema de matemáticas, y pueden identificarse y medirse individualmente. En cambio, las estrategias metacognitivas garantizan que se está alcanzando o se ha alcanzado un objetivo de aprendizaje global.

        Algunos ejemplos de actividades metacognitivas son la planificación de cómo abordar una tarea de aprendizaje, el uso de habilidades y estrategias adecuadas para resolver un problema, el control de la propia comprensión del texto, la autoevaluación y la autocorrección en respuesta a la autoevaluación, la evaluación del progreso hacia la finalización de una tarea y la toma de conciencia de los estímulos de distracción.

        LA IMPORTANCIA DE LA METACOGNICIÓN PARA LA SUPERVISIÓN

        La investigación demuestra que los estudiantes pueden aprender habilidades metacognitivas para mejorar su aprendizaje. La metacognición es la capacidad de utilizar los conocimientos previos para planificar una estrategia de aproximación a una tarea de aprendizaje, dar los pasos necesarios para resolver el problema, reflexionar, controlar y evaluar los resultados y modificar el enfoque según sea necesario. Ayuda a los alumnos a elegir la herramienta cognitiva adecuada para la tarea y desempeña un papel fundamental en el éxito del aprendizaje.

        La construcción de la comprensión requiere elementos tanto cognitivos como metacognitivos. Los alumnos "construyen el conocimiento" utilizando estrategias mentales, y regulan, supervisan y evalúan su aprendizaje utilizando técnicas metacognitivas. A través de este uso de estrategias metacognitivas que se podemos llamar "pensar sobre el pensamiento", se produce el aprendizaje real. A medida que los alumnos adquieren mayor destreza en el uso de estrategias metacognitivas, ganan confianza y se vuelven más independientes como estudiantes. Las personas con habilidades metacognitivas bien desarrolladas pueden pensar en un problema o abordar una tarea de aprendizaje, seleccionar las estrategias adecuadas y decidir un curso de acción para resolver el problema o realizar la tarea con éxito. Suelen reflexionar sobre sus propios procesos de pensamiento, dedicando tiempo a pensar y aprender de los errores o imprecisiones. Algunos programas de enseñanza que animan a los alumnos a aprender estrategias metacognitivas les permiten entablar "conversaciones metacognitivas" consigo mismos para "hablar" de su aprendizaje, de los retos que encuentran y de cómo pueden autocorregirse y seguir aprendiendo.

        Además, los individuos que demuestran una amplia variedad de habilidades metacognitivas rinden mejor en los exámenes y completan sus tareas de forma más eficiente. Utilizan las herramientas adecuadas para hacer su trabajo y modifican las estrategias de aprendizaje según sea necesario, identificando los bloqueos de aprendizaje y cambiando las herramientas o los métodos para garantizar la consecución de los objetivos. Dado que la metacognición desempeña un papel fundamental en el éxito de la educación, los instructores deben ayudar a los alumnos a desarrollarla.

        LA INVESTIGACIÓN DETRÁS DE LA METACOGNICIÓN

        Las estrategias metacognitivas pueden enseñarse y están asociadas al éxito del aprendizaje. Los alumnos exitosos disponen de un repertorio de estrategias que pueden seleccionar y transferir a nuevos entornos. Los instructores deben establecer tareas con un nivel de dificultad adecuado. Los estudiantes necesitan aplicar estrategias metacognitivas para controlar el éxito, pero no tan desafiantes como para que se sientan abrumados o frustrados. Los formadores deben incitar a los alumnos a pensar en lo que están haciendo mientras realizan estas tareas. Los instructores deben tener cuidado de no pensar por los alumnos ni decirles lo que tienen que hacer, porque se corre el riesgo de convertir a los alumnos en expertos en buscar ayuda en lugar de expertos en pensar y dirigir su propio aprendizaje. En cambio, los instructores eficaces incitan continuamente a los alumnos, preguntándoles: "¿Qué deberías hacer a continuación?".

        Se descubrió que pocos instructores universitarios enseñan explícitamente estrategias para supervisar el aprendizaje. Suponen que los alumnos ya han aprendido estas estrategias en el instituto. Pero muchos no lo han hecho y desconocen el proceso metacognitivo y su importancia para el aprendizaje. La memorización es la estrategia habitual -y a menudo la única- de aprendizaje que emplean los estudiantes de secundaria cuando entran en la universidad. Los alumnos necesitan una enseñanza explícita de las estrategias cognitivas y metacognitivas. Deben saber que tienen opciones sobre los métodos que pueden emplear en diferentes contextos, así como controlar su uso y éxito con estas estrategias.

        CÓMO APLICAR LA METACOGNICIÓN

        Los instructores pueden animar a los alumnos a convertirse en pensadores más estratégicos ayudándoles a centrarse en la forma en que procesan la información. El autocuestionamiento, un diario con reflexiones y la discusión de sus procesos de pensamiento con otros alumnos son formas en las que los profesores pueden animar a los alumnos a examinar y desarrollar sus estrategias metacognitivas. Se considera que la metacognición es un proceso que abarca tres fases distintas y que, para ser pensadores de éxito, los alumnos deben: 

        1. Desarrollar un plan antes de abordar una tarea de aprendizaje, como leer para comprender o resolver un problema de matemáticas.

        2. Controlar su comprensión; utilizar estrategias de "reparación" cuando el significado se pierde.

        3. Evaluar su pensamiento después de completar la tarea.

        Los instructores pueden modelar la aplicación de las preguntas y pedir a los alumnos que se hagan preguntas durante cada fase. Pueden incorporar en los planes de clase oportunidades para que los alumnos practiquen el uso de estas preguntas durante las tareas de aprendizaje. 

        Algunos ejemplos.

        - Durante la fase de planificación, los alumnos pueden preguntarse: ¿Qué debo aprender? ¿Qué conocimientos previos me ayudarán con esta tarea? ¿Qué debo hacer primero? ¿Qué debo buscar en este texto? ¿De cuánto tiempo dispongo para completarlo? ¿En qué dirección quiero que me lleve mi pensamiento?

        - Durante la fase de supervisión, los alumnos pueden preguntarse: ¿Cómo lo estoy haciendo? ¿Estoy en el camino correcto? ¿Cómo debo proceder? ¿Qué información es importante recordar? ¿Debo cambiar de dirección? ¿Debo ajustar el ritmo debido a la dificultad? ¿Qué puedo hacer si no lo entiendo?

        - Durante la fase de evaluación, los alumnos pueden preguntarse si lo han hecho bien. ¿Qué he aprendido? ¿He obtenido los resultados que esperaba? ¿Qué podría haber hecho de forma diferente? ¿Puedo aplicar esta forma de pensar a otros problemas o situaciones? ¿Hay algo que no entienda, alguna laguna en mis conocimientos? ¿Necesito volver a hacer la tarea para completar las lagunas de comprensión? ¿Cómo podría aplicar esta línea de pensamiento a otros problemas? En lugar de considerar la lectura, la escritura, las ciencias, los estudios sociales y las matemáticas únicamente como materias o contenidos que hay que enseñar, los profesores pueden verlos como oportunidades para que los alumnos reflexionen sobre sus procesos de aprendizaje.

        Ejemplos

        La lectura:

        Enseña a los alumnos a hacer preguntas durante la lectura y recomienda "pensar en voz alta". Haz preguntas a los alumnos durante la lectura en voz alta y enséñales a controlar su lectura preguntándose constantemente si han entendido el texto. Enséñales a tomar notas o a subrayar detalles importantes, preguntándose: "¿Por qué es una frase clave para subrayar?" y "¿Por qué no estoy subrayando esto?".

        La escritura:

        Modelar estrategias de pre-escritura para organizar los pensamientos, como la lluvia de ideas utilizando una palabra con la idea principal en la parte superior y los detalles de apoyo debajo de ella.

        El objetivo de la enseñanza de estrategias metacognitivas es ayudar a los alumnos a sentirse cómodos con ellas. Las emplean de forma automática para aprender las tareas, centrar su atención, derivar el significado y ajustarse si algo va mal. No piensan en estas habilidades mientras las realizan, pero normalmente pueden describir con precisión sus procesos metacognitivos si se les pregunta qué están haciendo.


        • 3) la retroalimentación

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          La retroalimentación, o el feedback, se percibe a menudo como una tarea al final de un proceso. Los profesores reciben información final sobre su formación y los alumnos sobre lo que han aprendido. Sin embargo, la retroalimentación puede hacer mucho más. Ofrece una excelente oportunidad para mejorar la calidad de la formación continua, el éxito del aprendizaje individual y la motivación de los alumnos.

          Pero: ¿qué es la retroalimentación? ¿Qué formas y requisitos existen y cómo pueden utilizarse de forma significativa en la educación de adultos?

          Definición de retroalimentación

          El Oxford Learners Dictionary define el feedback como "consejo, crítica o información sobre la calidad o utilidad de algo o del trabajo de alguien". Esta percepción o evaluación comunicada puede utilizarse en un paso posterior para introducir un cambio o mejora. En el ámbito de la enseñanza superior, la retroalimentación describe la comunicación entre personas en la que una da a la otra información sobre lo que ha percibido o comprendido. Esto permite que el receptor responda a la retroalimentación corrigiendo su comportamiento o pensamiento. La retroalimentación puede darse de forma oral o escrita.

          Hay dos tipos de retroalimentación, la formativa y la sumativa. Mientras que la retroalimentación sumativa es una retroalimentación final que resume todos los conocimientos y habilidades adquiridos, la retroalimentación formativa explora el estado de aprendizaje y el enfoque de los objetivos de aprendizaje en un momento determinado. Muestra las lagunas de conocimiento, los tipos de errores y la falta de comprensión o la comprensión errónea. La retroalimentación formativa influye enormemente en el aprendizaje individual y es un requisito esencial para la planificación posterior del curso.

          Los profesores australianos Boud y Molloy definen la retroalimentación formativa de la siguiente manera:

          "La retroalimentación es un proceso por el que los alumnos reciben información sobre su trabajo. Esto les permite autoevaluar las similitudes y diferencias con los estándares adecuados, así como el valor de su trabajo, mejorando así su labor."

          En la educación de adultos, los profesores son los que dan la retroalimentación formativa, pero también pueden recibirla, por ejemplo, de los alumnos.

          La investigación detrás de la retroalimentación

          Hace tiempo que se reconoce que la retroalimentación es un medio poderoso para promover el aprendizaje y el crecimiento de los estudiantes. Investigaciones recientes apoyan la idea de que proporcionar a los estudiantes una retroalimentación significativa puede mejorar mucho sus conocimientos y logros.

          No todas las formas de retroalimentación se consideran igual de efectivas, y algunas pueden ser incluso contraproducentes, sobre todo si se dan de forma exclusivamente negativa o correctiva.

          Varios estudios realizados en la última década han explorado las estrategias para dar retroalimentación en entornos educativos, lo que ha dado lugar a una variedad de consejos respaldados por la investigación para una retroalimentación eficaz que aumente la motivación, el rendimiento y la autoestima de los estudiantes.

          Cuanto más personalizada sea la retroalimentación, mejor será recibida. La retroalimentación específica y centrada en el estudiante debe ser: entregada a los estudiantes individualmente, centrada en su desempeño y presentada de una manera que fomente la motivación.

          Nuestra capacidad para proporcionar una información significativa y precisa se erosiona a medida que pasa el tiempo. Numerosos estudios indican que la retroalimentación es más eficaz cuando se entrega inmediatamente, en lugar de unos días, semanas o meses después.

          Una revisión de 131 estudios sobre la retroalimentación reveló que más de un tercio de las intervenciones de retroalimentación disminuyeron el rendimiento de los estudiantes. Los educadores bienintencionados pueden hacer regularmente comentarios a los alumnos que reduzcan su motivación intrínseca y los desanimen a aprender.

          Implicar a los alumnos en el proceso de retroalimentación les ayuda a desarrollar la conciencia de sí mismos, al tiempo que les dota de la capacidad de tomar decisiones para reconocer mejor los errores e identificar los puntos débiles que hay que abordar.

          Los beneficios de la retroalimentación

          Una de las tareas principales de la retroalimentación es señalar los errores, las concepciones erróneas y las lagunas en los conocimientos, así como dar pistas sobre la posible adquisición de conocimientos adicionales o el cambio de conocimientos. Especialmente en la educación de adultos, la retroalimentación ofrece una excelente oportunidad para mejorar la calidad de las lecciones, el éxito del aprendizaje individual y la motivación de los alumnos. Los alumnos llegan a la formación con diferentes expectativas y tienen un objetivo más o menos claro de lo que quieren haber conseguido o aprendido al final. Conocer estos diferentes objetivos de aprendizaje es esencial para satisfacer las expectativas y crear un ambiente que promueva el aprendizaje y la motivación. La retroalimentación regular e individual permite a los participantes percibir mejor sus progresos y trabajar de forma autodirigida en sus objetivos y sub-objetivos. De este modo, el profesor puede adaptar mejor su formación continua, los contenidos y los métodos a los requisitos previos y las expectativas de los participantes.

          La retroalimentación puede cumplir objetivos muy diferentes en un curso de formación:

          • Ayuda a los profesores y a los alumnos a reducir la discrepancia entre la autoevaluación y la evaluación externa y a desarrollarse personalmente.
          • Promueve el intercambio entre profesores y alumnos sobre el aprendizaje.
          • Ayuda a los profesores a mejorar su estilo de enseñanza.
          • Ayuda a evaluar en qué punto se encuentra el alumno en relación con su objetivo de aprendizaje, y qué sub-objetivos se han alcanzado ya. Así, la retroalimentación ayuda a hacer visibles los éxitos (de aprendizaje)
          • Favorece el proceso de aprendizaje de los alumnos. Se hace evidente qué caminos (de aprendizaje) tienen éxito y cuáles son menos adecuados, y se pueden desarrollar nuevas soluciones y estrategias.

          Motiva el aprendizaje y anima a los estudiantes a encontrar nuevas formas de aprender y a
          comprometerse con su propio aprendizaje

          Cómo recibir feedback de forma eficaz

          Escucha los comentarios que te hacen:

          Esto significa no interrumpir. Escucha a la persona y presta atención a lo que dice, no a lo que supones que dirá. Puedes absorber más información si te concentras en escuchar y comprender en lugar de estar a la defensiva y centrarte en tu respuesta.

          Sé consciente de tus respuestas:

          El lenguaje corporal y el tono de voz suelen hablar más que las palabras. Intenta evitar poner barreras. Si pareces distraído y aburrido, eso también envía un mensaje negativo. Prestar atención, por el contrario, indica que valoras lo que alguien tiene que decir y os tranquiliza a ambos.

          Sé abierto:

          Esto significa ser receptivo a nuevas ideas y opiniones diferentes. A menudo, hay más de una manera de hacer algo, y otros pueden tener un punto de vista completamente diferente sobre un tema determinado. Puede que aprendas algo que merezca la pena.

          Entiende el mensaje:

          Asegúrate de que entiendes lo que se te dice, sobre todo antes de responder a los comentarios. Si es necesario, haz preguntas para aclarar la situación. Escucha activamente repitiendo los puntos críticos para saber que has interpretado la información correctamente. En un entorno de grupo, pide la opinión de los demás antes de responder. En la medida de lo posible, explica de antemano el tipo de respuesta que buscas, para que no te coja por sorpresa.

          Reflexiona y decide qué hacer:

          Evalúa el valor de la información, las consecuencias de utilizarla o ignorarla y, a continuación, decide qué hacer respecto a de ella. Tu respuesta es tu elección. Si no estás de acuerdo con los comentarios, considera pedir una segunda opinión a otra persona.

          Haz seguimiento:

          Hay muchas maneras de hacer un seguimiento de los comentarios. A veces, tu seguimiento consistirá simplemente en poner en práctica las sugerencias que te han dado. En otras situaciones, es posible que quieras concertar otra reunión para discutir los comentarios o volver a presentar el trabajo revisado.

          CÓMO PROPORCIONAR RETROALIMENTACIÓN DE FORMA EFECTIVA

          Concéntrate en el comportamiento, no en la persona:

          Una estrategia consiste en empezar exponiendo el comportamiento en cuestión, luego describir cómo te sientes al respecto y terminar con lo que quieres. Este modelo permite evitar sonar acusador utilizando el "yo" y centrándote en los comportamientos en lugar de las interpretaciones asumidas.

          Ejemplo: "Hace una semana que no te veo en clase. Me preocupa que te falte información importante. ¿Podemos reunirnos pronto para discutirlo?"
          En lugar de: "¡Es obvio que no te interesa este curso!"

          Equilibra el contenido:

          Utiliza el "enfoque del sándwich". Comienza por hacer comentarios sobre los puntos fuertes específicos. Esto proporciona un refuerzo e identifica las cosas que el destinatario debe seguir haciendo. A continuación, identifica las áreas particulares de mejora y las formas de realizar cambios. Concluye con un comentario positivo. Este modelo ayuda a reforzar la confianza y a mantener las áreas débiles en perspectiva.

          Ejemplo: "Tu presentación fue genial. Hiciste un buen contacto visual y estabas bien preparado. Era un poco difícil de escuchar en el fondo de la sala, pero esto se puede superar con algo de práctica. Sigue con el buen trabajo". En lugar de: "No has hablado lo suficientemente alto. Sin embargo, la presentación salió bien".

          Sé específico:

          Evita los comentarios generales que puedan tener una utilidad limitada para el receptor. Intenta incluir ejemplos para ilustrar tu afirmación. Ofrecer alternativas en lugar de limitarse a dar consejos permite al receptor decidir qué hacer con tus comentarios.

          Sé realista:

          Los comentarios deben centrarse en lo que se puede cambiar. Es inútil y frustrante para los destinatarios recibir comentarios sobre algo que no controlan. Además, recuerda que debes evitar usar las palabras "siempre" y "nunca". El comportamiento de las personas rara vez es tan coherente.

          Hazte cargo de los comentarios:

          Cuando ofreces comentarios evaluativos, utiliza el pronombre "yo" en lugar de "ellos" o "uno", que implicaría que tu opinión es universalmente compartida. Recuerda que la retroalimentación no es más que tu opinión.

          Sé rápido:

          Busca un momento adecuado para comunicar tu opinión. Ser rápido es clave, ya que la retroalimentación pierde su impacto si se retrasa demasiado. El retraso en la retroalimentación también puede provocar sentimientos de culpa y resentimiento en el receptor si ha pasado la oportunidad de mejorar. Si los comentarios son principalmente negativos, tómate tiempo para preparar lo que vas a decir o escribir.

          Ofrece un apoyo continuo:

          La retroalimentación debe ser un proceso continuo, no un evento único. Después de ofrecer comentarios, haz un esfuerzo consciente para hacer un seguimiento. Haz saber a los destinatarios que estás a su disposición si tienen preguntas y, si posible, pide otra oportunidad para proporcionar más comentarios en el futuro.


          • 📓ACTIVIDADES PRÁCTICAS Y MATERIAL DESCARGABLE

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