Existen diferentes tipos
de modelos de flipped classroom que pueden aplicarse al proceso de aprendizaje
en función de las necesidades de los profesores y de los alumnos:
Los
alumnos tienen que ver los vídeos y leer los materiales pertinentes para la
clase del día siguiente en casa: son sus "deberes". En clase,
practican lo que han aprendido y el profesor resuelve cualquier duda
relacionada con el tema y presta atención adicional al tiempo "uno a
uno". Las ventajas de este método son que los profesores tienen más tiempo
para practicar los conocimientos con los alumnos en lugar de limitarse a darles
clases.
A
los alumnos se les asigna la tarea de ver cualquier contenido de vídeo
relacionado con el tema de la siguiente clase, por ejemplo, TED Talks, YouTube,
o cualquier otra cosa que el profesor les envíe. A continuación, la lección se
desarrolla en forma de debate y exploración del tema. Este método es muy
apropiado y eficaz para las asignaturas en las que el contexto es importante
(por ejemplo, inglés, arte, historia, etc.). Discutir los nuevos temas permite
al profesor entender cómo piensa e interpreta cada alumno la información recibida.
3. La clase invertida centrada en la demostración
En
este modelo, el profesor utiliza un software de grabación de pantalla para
demostrar una actividad y, de este modo, permitir que los alumnos la sigan a su
propio ritmo. Pueden rebobinar y volver a ver el vídeo. Este método es
beneficioso en asignaturas como matemáticas, física, química, materias que
requieren memorizar y repetir actividades. A los alumnos les resulta más fácil
recordar un proceso cuando ven una demostración del mismo, en lugar de
limitarse a leerlo. También permite al profesor ser creativo a la hora de
presentar la información.
4. La clase “faux-invertida”
Este
modelo es adecuado para los estudiantes más jóvenes. Ven el vídeo educativo en
clase, lo que les da la oportunidad de repasar los materiales a su propio
ritmo. Al mismo tiempo,
el profesor puede pasar de un alumno a otro y ofrecer el
apoyo individual que necesite cada uno.
5. La clase invertida en grupo
Todos
los recursos para la clase se comparten de antemano para que los alumnos puedan
repasarlos en casa. En clase, se sientan en grupos para trabajar en una tarea.
Se ayudan mutuamente a encontrar las respuestas correctas, aprenden unos de
otros y aprenden a explicar la información a otros individuos. Este método
particular fomenta el trabajo en equipo y mejora las habilidades blandas de los
estudiantes.
6. La clase invertida virtual
Para
muchos estudiantes universitarios este método es el más probable. Los
profesores comparten los vídeos de las clases para que los alumnos los vean y
luego asignan y recogen los trabajos a través de sistemas de gestión del
aprendizaje en línea. Sólo se requiere que los estudiantes asistan a las horas
de oficina u otras reuniones para una sesión "uno a uno" con el
profesor. Este método ahorra mucho tiempo a los profesores y al mismo tiempo,
gracias a las sesiones individuales, les permite ayudar más eficazmente a sus
alumnos.
7. “Voltear” al profesor
Este
método es atractivo y emocionante porque los estudiantes son los que hacen o
comparten el contenido del vídeo. Se les asigna la grabación de actividades de
juego de roles de práctica para demostrar su competencia o se les pide que se
filmen a sí mismos presentando un nuevo tema o habilidad. Con esta técnica, los
alumnos se implican más que nunca y los profesores pueden encontrar algunos
temas nuevos para las futuras clases y entender qué les interesa a sus alumnos,
lo que puede ayudarles a organizar mejor las lecciones.